Flossie, una gata de Reino Unido, se convirtió en la gata doméstica viva más longeva del mundo. Esto, al cumplir 26 años y 316 días de vida, lo que en años humanos puede compararse a 120.
A pocas semanas de cumplir 27 años, la organización Guinness World Records reconoció a esta mascota.
En su página oficial, esta organización explicó que Flossie conoció a su primera familia en diciembre de 1995, tras ser adoptada por un trabajador hospitalario.
“Vivió con su dueño hasta que falleció 10 años después. Posteriormente fue acogida por la hermana de su dueño anterior”, explicó Récords Guinness.
Cuatro años después, falleció su dueña y pasó a estar a cargo del nieto del trabajador, pero al notar que no podía brindarle todas las atenciones necesarias por su edad, tuvo que entregarla a una asociación que le buscó un nuevo dueño.
“Él (el tercer dueño) buscó nuestra ayuda cuando era lo mejor para Flossie. La tenencia responsable de gatos es cuando alguien piensa en las necesidades de un animal por encima de sus sentimientos”, comentó la asociación.
Así es como la gatita llegó a una cuarta familia, con la que ha permanecido durante los últimos años.
Vicki Green aseguró sentirse agradecida por la llegada de Flossie a su vida, pues es muy cariñosa y juguetona.
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