En El Progreso, el departamento de donde partió la mayoría de las víctimas, el dolor es palpable en cada hogar.
Don Emiliano Pérez, un hombre de 67 años que salió de su casa en busca de un día normal, hoy regresa en un féretro llevado por familiares y amigos entre lágrimas.
Como su familia, decenas más enfrentan la misma devastadora realidad, mientras el país sigue conmocionado por una tragedia que ha cobrado más de 50 vidas.