El perfecto balance entre montañas y árboles, que combinan historia y también mucha biodiversidad; de eso se trata el Río Lagartero, un corriente de más de 20 kilómetros de extensión que nace en Huehuetenango y llega hasta México. Y es que este paraíso escondido no solo es sinónimo de vegetación y bonitos paisajes que también incluyen aguas cristalinas en distintas tonalidades; sino que ocultan leyendas de corte espiritual.