Las Grutas de Cunén, con sus impresionantes cataratas y piscinas naturales de aguas cristalinas, han sido denominadas por muchos viajeros como un paraíso escondido.
Turistas disfrutan como niños en estos espacios naturales rodeados de gigantescos árboles, que permiten espacios para acampar o descansar respirando el aire puro, lejos del estrés de la ciudad.
Además, las tranquilas caminatas permiten la observación de diversas especies de aves, sumando a la experiencia un toque de serenidad y encanto natural.