Desde el punto de vista científico, la temporada de huracanes de este año sorprendió a los expertos, ya que se estableció un nuevo récord: Iota se convirtió en la trigésima tormenta tropical nombradas de la temporada. Lamentablemente, para quienes viven en Sudamérica, Centroamérica y el este de México, estas tormentas causaron devastación.
Se calcula que tan solo en Guatemala estas dos depresiones tropicales dejaron más de un millón de personas afectadas.
Expediente decidió realizar un programa especial para analizar el impacto que estas dos depresiones tropicales causaron, y al preguntarle al periodista Marvin García, uno de los reporteros que cubrió estos fenómenos naturales, él no dudó en responder: “dolor, miedo, tragedia”.
Eta inició como un huracán de categoría 4, y cuando tocó tierra de Nicaragua se desaceleró un poco, posteriormente se convirtió en tormenta tropical, y continuó arrasando por suelo centroamericano. Eta entró a Guatemala el jueves 5 de noviembre como depresión tropical. Las intensas lluvias provocaron deslaves en Alta Verapaz, decenas de cuerpos no pudieron ser rescatados.
Se calcula que en Guatemala al menos 150 personas perdieron la vida, incluidas aproximadamente 100 personas que desaparecieron en los deslaves en San Cristóbal Verapaz.
En total, a Eta se le atribuyen 189 muertes en territorio centroamericano y mexicano.
Dos semanas después, apareció el huracán Iota que consiguió superar a Eta en categoría. Alcanzó categoría 5, no tocó tierra sudamericana o centroamericana mientras era huracán categoría 5. Iota parecía tener la misma trayectoria que Eta, por lo que los Gobiernos extendieron medidas de evacuación de los territorios donde se creía serían los más afectados.
Las evacuaciones tempranas y el debilitamiento de la depresión dejó 38 fallecidos, entre quienes se cuentan las personas desaparecidas.
Marvin comenta que entre lo que vio y lo dejó marcado, fue el ver que una madre tuvo que dar a luz en el techo de una casa debido a las inundaciones y que no había respuesta de rescate.