Las políticas de control migratorio que fueron dictadas por Donald Trump empiezan a ser mucho más estrictas; esta vez ya no para ciudadanos en condición irregular sino también para aquellos en situación legal, que se acogieron a los dos programas instaurados durante el gobierno de Joe Biden: la aplicación CBP One y el proyecto de ley que recibía a personas que huían de Haití, Cuba, Venezuela y Nicaragua.