Los envenenamientos por chocolates en perros es el tercer motivo de consulta urgente del Servicio de Información sobre Envenenamientos Veterinario (más de 8.645 consultas) en el Reino Unido.
La primera posición es para las intoxicaciones con ibuprofeno (11.500) y la segunda por venenos matarratas ingeridos de forma accidental por perros (10.300).
Siempre nos dicen que los perros no deben, ni pueden comer chocolates. ¿Pero por qué? Bueno, es que este rico y dulce manjar tiene un tóxico peligroso para tu mascota: la llamada teobromina. Esta pequeña molécula que contiene este producto pone en riesgo la vida del animal.

El chocolate es venenoso para el perro y es esa sustancia la maldita. Es similar a la cafeína, que es tóxica para los canes, porque el árbol del cacao genera sustancias durante la fotosíntesis y otros procesos necesarios para su metabolismo que dan como resultado, entre muchas otras, la molécula de la teobromina.
Esta sustancia es tóxica para el perro, pero no lo es para las personas, obviamente. Sino ya más de la mitad de la población mundial no existiría.
Pero, ¿por qué en nosotros no actúa? Y la respuesta es también bastante obvia: los humanos no somos perros y nuestros cuerpos no funcionan igual.

Mientras que las personas somos capaces de metabolizar la teobromina en un tiempo más o menos corto, no ocurre lo mismo en los perros y eso es lo peligroso.
Según la veterinaria Sharon Gwaltney-Brant en su investigación ‘Intoxicación con chocolate’, publicada en la revista científica ‘Veterinary Medicine’, la teobromina del chocolate permanece hasta 72 horas en el cuerpo de nuestra mascota.

Igual, no nos alarmemos que no todos los chocolates son igual de peligrosos. Cacao negro, bollos de chocolate, magdalenas, todos estos productos contienen cacao y, por tanto, terobromina. Sin embargo esta sustancia tóxica para el perro no está presente en todos ellos en la misma concentración.
“La cantidad de teobromina que contiene un chocolate depende de la calidad y del tipo de cacao”, explica el Servicio de Información sobre Envenenamientos Veterinario, una red de veterinarios especializados en atender intoxicaciones en perros y gatos en el Reino Unido.
El chocolate blanco casi no contiene teobromina: apenas 0,01 miligramos por cada gramo de chocolate. La concentración es algo mayor en el chocolate con leche: dos miligramos. A medida que aumenta la pureza del producto, también lo hace la cantidad de teobromina que contiene, y crece el peligro para el perro.
De esta forma, el chocolate negro dulce contiene 4,5 miligramos por cada gramo de producto. Mientras que el polvo de cacao seco incluye más de 26 miligramos en cada gramo.

Pero todo depende del tamaño. Un perrito pequeño, por ejemplo, soporta menos teobromina que uno grande.
Un cachorro de menos de un kilo tendrá problemas incluso si ingiere una pequeña cantidad de chocolate blanco, mientras que uno de unos 11 o 12 kilos experimentará cómo los latidos de su corazón se aceleran con 300 gramos de chocolate oscuro de baja pureza. Sin embargo, 250 gramos de chocolate pueden bastar para provocar el fallecimiento del mismo can, si la pureza del chocolate es alta, señala la Fundación Vasca para la Salud Agroalimentaria (FVSA).

Los efectos
Vómitos y diarreas son las primeras señales que alertan de que el perro ha podido ingerir chocolate. Cuando la intoxicación es por chocolate es más grave y se aceleran sus latidos. Así que conviene aprender a tomar el pulso del perro para acudir al veterinario en caso de ser necesario. Si la pureza o la cantidad de chocolate aumentan, existe el riesgo de que aparezcan temblores y, en casos, graves, puede producirse su fallecimiento.

Así que ya saben, si aman a su perrito, dejen los chocolates lejos de su alcance. Y, si no lo aman, denlo en adopción. Todos merecemos crecer en un lugar en el que nos quieran y nos cuiden mucho.