Las espinacas son una buena fuente de fibra, y un gran aliado para atacar la anemia y un sinónimo de fuerza.
Las espinacas son un enorme aliado para atacar la anemia y también es buena para darle fuerza a nuestro organismo.
Su contenido en grasas e hidratos de carbono es muy bajo, por lo que son un buen aliado para personas que siguen una dieta para perder peso.
Su gran valor reside en su alto contenido de vitaminas y minerales. En concreto, las espinacas aportan una gran cantidad de folatos, vitamina C y vitamina A.
En cantidades inferiores, de vitamina E, B6 y riboflavina.
También aportan un alto contenido en betacarotenos, compuestos que además de transformarse en vitamina A en nuestro organismo, desempeñan acciones antioxidantes y estimuladoras del sistema inmune.
Son buenas para sobreponerse de una anemia gracias, también, a la presencia de vitamina C. Imprescindible para la correcta asimilación del hierro para el organismo.
Contienen proporciones no despreciables de fósforo, potasio y calcio, por lo que ayudan a mantener fuertes huesos y músculos. Otro de los puntos fuertes de las espinacas es la presencia de fibra.
Que favorece el tránsito intestinal y previene el cáncer de colon y la enfermedad cardiovascular.
Finalmente, las personas con tendencia a la formación de cálculos renales, gota, reuma, artritis, deben moderar su consumo, ya que por su contenido en ácido oxálico las espinacas pueden favorecer la creación de cálculos.
¿Cómo prepararla?
Primero debes saber decidir cual comprar, para ello debemos ver que las hojas no estén magulladas, arrugadas o golpeadas.
La espinaca es una verdura muy perecedera, que conviene consumir a la mayor brevedad posible y guardar siempre en frío si no se va a tomar de forma inmediata.
En caso contrario, conviene guardarla en la nevera envuelta en un papel film ligeramente agujereado.
En buenas condiciones, pueden durar hasta un par de semanas si las hemos conservado bien.