Lindsay Bull, una entrenadora de cocodrilos en Utah (Estados Unidos), sufrió el ataque de uno de estos reptiles durante una presentación.
Uno de los visitantes al centro se encontraba grabando la exposición educativa sobre el reptil. Por ello quedó registrado el momento cuando el cocodrilo le mordió la mano a la entrenadora y la arrastró hasta el estanque. Segundos después el animal comenzó a girar mientras Lindsay luchaba por liberarse.
Uno de los visitantes consiguió alertar rápidamente a las autoridades del centro sobre el accidente que sufrió la especialista. Donnie Wiseman, como fue identificado el hombre, saltó de inmediato al agua para ayudar a Lindsay, quien le pidió posicionarse sobre el animal para impedir que siguiera girando y dañando su mano.
A través de una publicación en sus redes sociales, el centro informó que Lindsay se encuentra “bien y en recuperación”. La entrenadora tuvo que ser sometida a una cirugía para reparar el daño en su mano.
El propietario de la compañía aseguró que tienen una estricta política de un segundo entrenador cerca de los empleados que trabajen con cocodrilos, pero que no se cumple en los últimos años si el trabajador no tiene planeado ingresar al recinto.
Y explicó que precisamente eso es lo ocurrido en el caso de Lindsay, pues ella únicamente abrió el recinto para alimentar al cocodrilo, pero que en esta ocasión el reptil “se puso un poco más valiente”.
Fuente: RT