Cody Briseño, quien es un empleado de una funeraria ubicada justo al lado de la escuela Robb, en Uvalde, Texas (Estados Unidos), conversó con medios de comunicación y reveló que además de ser una de las personas que encontró al tirador de frente, intentó detenerlo, pero la policía lo impidió.
El trabajador declaró que observó el momento en el que Salvador Ramos chocó su camioneta frente a la escuela, por lo que él y sus compañeros de trabajo corrieron a auxiliaron.
Sin embargo, su avance se detuvo a pocos metros debido a que lo observaron salir del vehículo con un rifle en mano y una “mirada malvada”.
Briseño señaló que si bien Salvador consiguió dispararles, ellos lograron retroceder y ninguno resultó herido. El grupo regresó a la funeraria, en donde se encontraba la esposa de Cody, y a quien le pidió su pistola para enfrentar al hombre que les disparó.
Cody se dirigió hacia la escuela con el fin de enfrentar al tirador; sin embargo, la policía ya se encontraba en la zona y le ordenaron que se callara y se marchara del lugar.
“Me siento culpable hombre, porque no pude detenerlo. Estaba disparando a las ventanas y yo no tenía mi arma”, explicó Cody, pues ha ayudado a cavar las tumbas para varios de las víctimas de Ramos, incluida una de sus primas.