En imágenes quedó registrado el emotivo abrazo que una madre le dio a su hijo al verlo fuera de prisión, esto tras pasar más de 34 años encarcelado por un crimen que no cometió.
Sidney Holmes, fue condenado por su supuesta participación en un asalto a mano armada y acusado de ser el conductor en la huida de dos hombres no identificados que robaron a un hombre y a una mujer en junio de 1988.
La única evidencia contra él era el conducir un vehículo similar al que se usó en el crimen.
En abril de 1989 Sidney fue condenado a 400 años de prisión. Se necesitaron 35 años para que autoridades revisaran su caso y determinaran que había sido condenado de forma errónea.
Un juez de Florida (Estados Unidos) exoneró a Sidney, quien ahora tiene 57 años.
Aseguró que lo único que lo mantuvo cuerdo durante tantos años encerrado fue su relación con Dios y la religión. Ahora, reunido con su familia, asegura no guardarle ningún tipo de rencor a quienes lo encerraron injustamente.
“No sabía cuándo sería mi liberación, pero sabía ese día llegaría (…) y para salir delante de se debe perdonar, esa fue la fuerza que me dio Dios”, comentó Sidney.
Holmes continúa analizando el panorama y explicó que empezará una demanda monetaria contra el Estado por condenar a un inocente.
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