Ya ha transcurrido más de una semana desde que se registró el terremoto que afectó Turquía y Siria, dejando hasta el momento más de 40 mil fallecidos. Los esfuerzos por encontrar más sobrevivientes no han pasado y aunque la esperanza de encontrar a las personas con vida es menor, hay historias como la de Huseyin Berber que demuestran que es posible.
Berber es un sobreviviente de 62 años, quien quedó atrapado por más de una semana bajo los escombros y a pesar de padecer diabetes sobrevivió.
Él relató cómo quedó atrapado luego de que su casa se viniera abajo tras el terremoto y cómo su voz se fue desvaneciendo en clamor de ayuda.
En una entrevista narró: “Solo recuerdo estar enterrado bajo los escombros. Todo estaba completamente oscuro. Estaba tan oscuro que ni siquiera podía ver mi propio cuerpo. Grité, llamé, pero no había nadie allí. Nuestro edificio tenía 15 pisos. Yo estaba un poco aliviado cuando escuché los sonidos sobre los escombros”.
Y añadió: “Vi un agujero en los escombros. Cuando escuché los sonidos (de los rescatistas), también grité. Grité tan fuerte que escucharon mi voz. Alguien extendió su mano y se encontró con la mía. Después de eso, me sacaron de allí”.
Su testimonio dejó a todos asombrados, pues expertos consideran que luego de 72 horas las probabilidades de sobrevivir a una catástrofe. El impacto de la historia fue mayor cuando mencionó haber sobrevivido gracias a que bebió su propia orina.
“Una hora después, tomé (la botella de agua) y me la bebí. Disculpa, me oriné en ella y la dejé reposar. Me la bebí cuando se enfrió. Me salvé con eso”, aseguró.