Tal vez sea una de las peores cosas que le puede suceder al corazón, pues no fueron un “sí”, pero tampoco un “no”, y a pesar de eso, dejaron una huella imborrable en nuestra memoria.
Incluso, se podría decir que se quedaron en un lugar de emociones únicas, pero con muy pocas certezas.
Ustedes qué creen, ¿fueron una historia inconclusa o simplemente una lección de vida?