Guatemala dio un paso grande esta semana al anunciar que el Estadio Doroteo Guamuch Flores avanza en una remodelación de primer nivel, con drenaje subterráneo de última generación y la instalación de césped híbrido, el mismo que utiliza el Bayern Múnich en el Allianz Arena, lo que elevará la calidad del campo de juego a estándares europeos. La obra busca que la Selección Nacional y los clubes guatemaltecos dispongan de un escenario óptimo, moderno y competitivo.
Este anuncio se da en un momento clave para el combinado que dirige el mexicano Luis Fernando Tena, quien está al frente del proceso de clasificación para el Mundial 2026 y la Copa Oro 2025. Con este tipo de mejoras, el equipo no solo gana en infraestructura, sino también en moral: jugar en casa, en un estadio bien acondicionado, aporta ventaja táctica y emocional en partidos decisivos.
Sumado a lo anterior, Guatemala recibió otro beneficio esencial de Concacaf que asegura la localía en la última fase de Eliminatorias para el Mundial 2026, iniciando y cerrando la ventana clasificatoria en casa. Esta decisión evita la fatiga de viajar y facilita una preparación más estable, además de permitir contar con el aliento constante de la afición, un factor fundamental para Tena y su cuerpo técnico.
El impacto es doble: por un lado, Tena toma las riendas de un proyecto con mejores condiciones físicas e institucionales; por otro, el respaldo de la Federación y el apoyo de la FIFA con academias juveniles fortalecen el crecimiento deportivo a mediano plazo. En suma, estas noticias generan un escenario auspicioso para la Selección Chapina, que aspira a consolidarse como protagonista en la región y dar el gran salto hacia el Mundial.
Por el momento, se está a la espera de que los trabajos del estadio Doroteo Guamuch Flores sean agilizados y mantener abierta la posibilidad de jugar allí las próximas eliminatorias mundialistas.