Tras la aprobación del aumento salarial a congresistas, dos diputados, José Chic y David Illescas, solicitaron a la junta directiva crear un mecanismo que permita renunciar a este beneficio, argumentando que es incongruente con la realidad del país.
Mientras algunos legisladores apoyan la iniciativa, otros aseguran que ya han destinado el incremento a donaciones, evitando así cuestionamientos sobre su uso.
De acuerdo con información de los propios congresistas, el salario recibido en febrero osciló entre Q51,000 y Q53,000, lo que ha generado debate dentro y fuera del Legislativo.