Las autoridades de Dinamarca han lanzado una propuesta con la que se busca que los migrantes que reciben ayuda social por parte del Estado, trabajen de forma obligatoria.
Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca, señaló: “Queremos introducir una nueva lógica de trabajo en la que las personas tienen el deber de hacer una contribución y ser útiles en la sociedad, y si no pueden encontrar un trabajo regular, tienen que trabajar para obtener sus subvenciones”.
De manera inicial, la propuesta va enfocada a los migrantes en Dinamarca que reciben beneficios sociales desde hace tres o cuatro años y no tienen un nivel de escolaridad y conocimiento del danés.
Según la jefa de gobierno del país europeo, la jornada laboral obligatoria para los migrantes será de al menos 37 horas.
“Puede ser una labor comunitaria recogiendo colillas de cigarrillos o plástico en la playa, (o) resolviendo diversas tareas en una empresa”, aclaró Peter Hummelgaard, ministro de Trabajo. Y agregó: “Lo más importante para nosotros es que la gente salga de sus casas”.
Esta propuesta pasará al parlamento para su discusión.
Esta no es la primera vez que Dinamarca emplea políticas migratorias catalogadas como “extremadamente restrictivas”. Uno de los proyectos más polémicos surgió en 2018, cuando se propuso que los inmigrantes fueran enviados a un islote.
Fuente: DW