Durante un enfrentamiento en la ruta a El Salvador, se detuvo a un ciudadano colombiano que aseguró tener permiso de migración en Guatemala desde hace más de un año.
Este individuo confesó que le pagaron para matar, aunque desconocía quién ordenó el trabajo, ya que su único contacto fue uno de los fallecidos durante el tiroteo.
Además, en la entrevista reveló detalles sobre con quién trabajó y aspectos específicos del ataque, lo cual añade contexto a la gravedad de la situación.