Residente y visitantes que acuden a la prefectura de Fukui, en Japón, están aterrorizado por un delfín, quien aparentemente se encuentra en busca de pareja, y ha llegado a atacar a los bañistas. El pasado martes, un estudiante de primaria resultó herido y requirió entre 20 y 30 puntos de sutura por una mordida.
De acuerdo con las autoridades, desde 2022 aumentaron los ataques de delfines en la región, pero un reciente análisis señala como único culpable a un ejemplar hocico de botella del Indo-Pacífico.
Los delfines no solo son capaces de morder, en los peores casos arrastran a las personas al fondo del mar.
Tadamichi Morisaka, profesor de la Universidad Mie en Japón y experto en cetáceos explicó a Kyodo News que este delfín no tendría la intención de dañar a los bañistas, sino que está utilizando su forma natural de comunicación con los humanos.
Esta especie “juegan a morderse entre ellos”, explica Morisaka.
Y, debido a que se encuentra solo, el experto señala que podría haber sido apartado de su comunidad y está buscando compañía.
“Como sucede en los humanos y otros mamíferos sociales, las fluctuaciones hormonales, la frustración sexual o el deseo de dominar pueden llevar a los delfines a herir a las personas con las que interactúa”, ha explicado Simon Allen, biólogo del proyecto Shark Bay de Investigación de Delfines.
Debido a que las regulaciones gubernamentales prohíben la captura de delfines, y que los funcionarios de la prefectura de Fukui no tienen planeado tratar este caso de ataques, se ha recomendado a los bañistas tomar precauciones.
Algunas playas han instalado dispositivos que emiten ondas ultrasónicas para alejar a los delfines y han pedido a los bañistas abandonar el agua si vislumbran uno de estos cetáceos.