Maggie es una perrita que este diciembre habría cumplido 11 años, de no ser por un agresivo cáncer que la atacó, y que obligó a sus amos a cumplir su “último deseo”.
Sus dueños sabían que Maggie tenía esta enfermedad desde hacía un tiempo, pero el tratamiento no pudo detenerla. Su salud se detereoró tanto que que los veterinarios les señalaron que era mejor comenzar a despedirse de ella.
Como forma de agradecer todos sus años de amor y compañía, y sabiendo que era imposible que ella disfrutara de la nieve, comenzaron a pedir ayuda en redes sociales para conseguir máquinas de hielo y cumplirle un último capricho.
El pedido llegó a ser conocido por el director de la instalación del Centro de Hielo del Condado de Salt Lake en Utah (Estados Unidos), quien se ofreció a donarles hielo.
De esta manera Maggie pudo disfrutar de “nieve” que llenó únicamente el patio trasero de su hogar.
“Cuando sintió que estaba frío, se acostó y así se quedó el resto de la mañana”, contó Eli Saltzgaber, dueño de Maggie. También contó que ese simple gesto fue de gran alivio para su mascota, pues durante varios días el dolor no le permitía dormir, pero consiguió descansar mientras estuvo en la nieve artificial.
Tras ese día de alegría, la familia decidió despedirse de su fiel compañera y permitirle descansar del dolor que le causaba la enfermedad.
Fuente: Trome