Sophie Hunt, una mujer de Reino Unido creyó que su hijo de cinco años necesitaba lentes debido a sus fuertes dolores de cabeza, pero se convirtió en una pesadilla al descubrirse que en realidad sufría de una grave enfermedad.
Hunt llegó al médico para obtener los anteojos adecuados para Lenny, quien además sufría de somnolencia.
Durante los exámenes, los médicos observaron que los nervios detrás de los ojos de Lenny estaban hinchados. Se ordenó una tomografía computarizada para el menor y allí conocieron qué provocaba los síntomas.
Lenny tenía un tumor alojado en su cerebro. Se trataba de un glioma de grado alto.
“El médico nos llevó a la sala familiar del hospital y nos lo dijo. Ni siquiera puedo explicarlo, entré en modo de devastación total. No sabía qué hacer”, explicó la madre.
Pese al peligro de su rápido crecimiento, alta diseminación por el tejido cerebral, y dificultad para la extracción, los médicos lograron extirparlo el pasado 30 de octubre.
La recuperación de Lenny ha sido mejor de lo que esperaban. Únicamente tuvo que permanecer 24 horas en cuidados intensivos.
“Él no sabe lo que está pasando. El tumor estaba en un lugar bastante accesible; quitaron la mayor parte del cáncer, lo cual es bueno, es borrón y cuenta nueva para comenzar la quimioterapia. Es solo una forma agresiva de cáncer, por eso es aterrador”, indicó Sophie.
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