Por siglos, la Semana Santa guatemalteca ha sido acompañada del característico olor del corozo, una planta silvestre de clima cálido que florece en verano.
Este adorno de cuaresma, utilizado desde la época colonial, se distingue por su perfume en altares, huertos y alfombras.
La hembra del corozo, la más buscada por su aroma, simboliza la tradición y devoción de la Semana Santa en Guatemala.