Luego que se encontraran restos de niños indígenas en cementerios clandestinos de internados religiosos de Canadá, inició la quema de iglesias en el país. Este fin de semana, el primer ministro del país, Justin Trudeau condenó los actos calificándolos de “vandálicos”.
La autoría de estos incendios no ha sido identificada, pero las autoridades han apuntado a que se trata de una represalia a los espeluznantes hallazgos. Entre mayo y junio se han descubierto tres fosas clandestinas, en la primera aparecieron 215 restos, unas semanas después se encontraron restos de 751 niños, y hace unos días se encontraron 182 restos.
Junto al hallazgo, han surgido los testimonios de supervivientes, quienes afirman haber sido maltratados en los internados. Durante el siglo XX más de 150 mil menores fueron apartados de sus familias, se les cambiaron sus nombres y prohibían conservar su idioma natal al igual que sus costumbres.
Tras los hallazgos, Trudeau condenó y pidió disculpas, asegurando que esto era parecido a un genocidio.
El primer ministro, quien profesa la religión católica, pidió al Vaticano una disculpa formal por los actos cometidos por la iglesia en Canadá. Sin embargo, señaló que la quema de los templos es una acción contraproducente, pues “está privando a las personas que necesitan de duelo y sanación de lugares donde puedan llorar, reflexionar y buscar apoyo”.
Fuente: Marca