Los ataques del viernes por la noche y este sábado por la mañana activaron todas las alarmas en el país, que no sufría una masacre tan martifera desde el pasado 2011.
Jerusalén se encuentra en estado de máxima alerta este sábado tras ser el epicentro de dos atentados.
Han ocurrido con arma de fuego en menos de 24 horas, que hasta el momento han dejado siete israelíes muertos y cinco heridos.
Así ha sido también un acto seguido, varios cohetes fueron lanzados desde Gaza a Israel, que respondió con bombardeos en el enclave costero.