Livae Nanjikana y Junior Qoloni iniciaron un viaje desde la isla Mono en Islas Salomón hacia la ciudad de Noro en la isla Nueva Georgia, sin embargo, sufrieron un naufragio y sobrevivieron 29 días dentro de su lancha de motor.
Según explicaron, poco después de partir “fuertes lluvias, densas nubes oscuras y fuertes vientos” les hicieron perder de vista la tierra. Y luego la batería de su GPS se apagó.
“Cuando llegó el mal tiempo, fue malo, pero fue peor y dio miedo cuando el GPS murió. No podíamos ver hacia dónde íbamos, así que decidimos detener el motor y esperar para ahorrar combustible”, explicaron a un medio inglés.
Los hombres cuentan que durante los primeros nueve días se alimentaron con las naranjas que habían empacado para el viaje. Y gracias a que continuaba lloviendo, consiguieron agua de lluvia para beber.
Sin embargo, cuando estas se agotaron, comenzaron a recoger algunos cocos que llegaban flotando.
Con el transcurrir de los días terminaron construyendo un mástil y una vela improvisada para poder moverse, pues les quedaba muy poco combustible.
De esa forma terminaron llegando a la isla de Nueva Bretaña en Papúa Nueva Guinea, en donde divisaron a un pescador a lo lejos. Apostándolo todo, encendieron el motor para dirigirse a él, pero el combustible se agotó. “Fue entonces cuando gritamos y continuamente agitamos nuestras manos hacia el pescador que nos vio y remó hacia nosotros”.
Tras 29 días a la deriva, el pescador los rescató y los trasladó a una vivienda cercana. Desde allí consiguieron hacer los arreglos necesarios para regresar a Islas Salomón.
Fuente: AS