Tras concluir su asamblea plenaria anual, los obispos de Guatemala expresaron su preocupación por las deportaciones masivas desde los Estados Unidos. Señalaron que las políticas migratorias establecidas en EE.UU. son adversas a la situación de los migrantes guatemaltecos, lo que agrava su vulnerabilidad. Este mensaje de los líderes eclesiásticos resalta la urgencia de adoptar un enfoque más humano y justo hacia los migrantes.