El próximo sábado 14 de octubre se producirá un eclipse solar, el cual será visible desde Guatemala, es por ello que quienes desean presenciarlo sigan una serie de recomendaciones para no dañar sus ojos.
La perfecta conjunción de Sol, Luna y Tierra será visible en diversas regiones de América.
El también conocido como “Anillo de Fuego” causa muchísima curiosidad, en especial entre los más jóvenes.
Sin embargo, hay que recordar que observar directamente al Sol puede provocar ceguera o problemas de visión como la retinopatía solar, que es el daño a la retina por exposición a la radiación solar.
Existen diferentes maneras de ver un eclipse solar de forma segura
Gafas para eclipses
Existen gafas de eclipse certificadas y visores solares de mano.
Estas deben cumplir con la norma ISO 12312-2, pues son la única forma de asegurarse que no exista un daño a la vista.
Los lentes para sol no sustituyen a las gafas para los eclipses, porque estas son 100 mil veces más oscuros y cumplen con un estándar de seguridad diferente.
Las gafas para sol no son capaces de bloquear la radiación infrarroja.
Filtros solares para telescopios y binoculares
Los telescopios y binoculares se pueden utilizar para observar un eclipse solar, siempre y cuando se les coloque un filtro solar específico para evitar daños oculares.
Proyección de imagen
Si no se tienen lentes para ver eclipses, una manera segura y creativa de ver este espectáculo astronómico es utilizar una caja de proyección.
Este proyector estenopeico se realiza haciendo un agujero diminuto en una hoja de papel y luego poniéndose de espaldas se sostiene esta. El orificio proyecta una imagen del Sol en forma de media luna o de anillo en el suelo o sobre la superficie tras la hoja.
Es importante no ver directamente al sol a través del orificio.
Lentes de soldador de sombra 14
Otra alternativa es utilizar lentes de soldador con un nivel de sombra 14, siempre y cuando se encuentre en excelentes condiciones.
No se recomienda utilizar una careta ajustable a la intensidad, debido a que podría no oscurecerse lo suficientemente rápido al momento de ver hacia el sol.