No es un secreto que los sueños, en los niños, sirven de impulso para que lo quieran ser más adelante, y por es importante dejarlos desear algo sin culpa.
Eso sí, también hay que enseñarles que el fracaso puede ser parte de todo esto, pero que no es el fin del mundo.
¡Aprenda a cultivar en ellos la confianza para perseguir lo imposible!