En Semaná, departamento de Boyacá (Colombia), ocurrió un hecho curioso, cuando la policía sorprendió a un ladrón y al detenerlo, este lloró y se ofreció a pagar por el daño.
El hombre, sorprendido robando dos celulares en un establecimiento comercial, fue trasladado hacia la estación de policía y al ver a la víctima rompió a llorar y suplicó que no interpusiera la denuncia.
“No me ponga el denuncio, perdóneme, por favor. No lo vuelvo a hacer”, suplicó el hombre.
Pese a las lágrimas y súplicas, la mujer denunciante le señaló que muchos suelen decir eso y vuelven a ser sorprendidos llorando.
El delincuente no se dio por vencido y le ofreció comprar los celulares hurtados con el dinero que le pagarían en quincena.
La dueña del local interpuso la denuncia, y ahora se conoce que un juez decidió que el hombre recibiera arresto domiciliario con vigilancia electrónica.
Se conoció que el hombre ha tenido 11 capturas por diversos delitos, pero la medida le permite trabajar de 06:00 a 18:00 horas.