El pasado 30 de noviembre, Rosa Isela Castro, acudió a un lugar en donde fue citada con el pretexto de regalarle ropa para su hija, pero en el lugar fue asesinada para extraerle su bebé. Este cao ocurrió en Veracruz (México).
La joven de 20 años estaba a pocas semanas de dar a luz. Aunque el crimen ocurrió ese día de noviembre, la historia comenzó semanas antes. Rosa Isela fue contactada a través de Facebook por una mujer que le ofreció un donativo de ropa de bebé. Ella aceptó debido a que su pareja se encontraba sin trabajo en esos momentos y atravesaban un difícil momento económico.
Quien le escribía era Verónica “N”, quien fingió ser una mujer de 60 años para ganarse la confianza de la joven madre.
En el lugar, Verónica y su cómplice, Gonzalo “N”, raptaron en la madre y luego el hombre contratado acabó con la vida de Rosa Isela para sustraerle del vientre a su hija. El cuerpo de la madre se encontró tres días después a 25 kilómetros de donde se le vio por última vez.
Verónica se presentó en un centro médico “cubierta de sangre” y con la bebé en brazos. El plan era registrar el nacimiento como el propio y “darse de alta rápido, antes de (…) hacer más estudios”.
Sin embargo, se comprobó que no había estado embarazada.
Los responsables están detenidos y son acusados de feminicidio y secuestro.
La menor se encuentra sana y salva con su padre y la familia de su madre.
Planeó apropiarse de un bebé ajeno
Autoridades indicaron que la agresora tiene una ligadura de trompas de Falopio y algo que no había comentado a su pareja y este la presionaba por embarazarse.
Verónica engañó a toda su familia diciéndoles que sí iba a tener un bebé.
Sin embargo, durante los ocho meses que fingió su embarazo planeó cómo hacerse con un recién nacido para mantener la mentira.
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