El pasado jueves llegó a Filipinas el súper tifón Rai, el cual salió el sábado, pero que dejó a su paso más de un centenar de fallecidos y miles de desplazados.
El informe del Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC, por sus siglas en inglés) señaló este domingo que han conseguido entablar comunicación con algunas localidades afectadas y en total se han reportado al menos 146 víctimas fatales.
Arthur Yan, gobernador de la provincia de Bohol, señaló que en las próximas horas el número de fallecidos podría aumentar, debido a que muchos alcaldes no han podido comunicarse debido a las interrupciones eléctricas y de servicios telefónicos.
En un comunicado, el gobernador ordenó a los alcaldes de la provincia canalizar recursos económicos para alimentos y agua potable de miles de ciudadanos. El agua es uno de los temas más preocupantes, pues el servicio se interrumpió por la falta de energía e incluso se teme que los pozos hídricos estén contaminados.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, durante una visita a una zona afectada se comprometió a entregar una nueva asistencia por 40 millones de dólares para paliar con las consecuencias devastadoras dejadas por el fenómeno natural.
En el momento de mayor intensidad, el tifón llegó a alcanzar 195 kilómetros por hora con ráfagas de 270 kilómetros por hora, siendo uno de los fenómenos más poderosos en los últimos años que azota el archipiélago.
Fuente: AP News