La violencia sexual provoca cadenas de silencio en sus víctimas, algunas de ellas consiguen escapar, romper las cadenas y exigir justicia para que sus agresores no se conviertan en los monstruos de otras personas.
El último programa de Expedientes trató sobre el abuso sexual en niños y niñas, pues son los más vulnerables a sufrir agresiones de este tipo.
El primer caso que se conoció a Rosa María, una joven de 22 años, quien por primera vez decidió hablar ante las cámaras sobre cómo su vida comenzó a cambiar a los seis años, al ser víctima de agresiones físicas dentro de su hogar, situación que a los nueve años se agravó al ser abusada sexualmente por su propio hermano.
La joven contó que su familia no creyó lo que estaba pasando, y finalmente la culparon a ella de provocar las agresiones. El constante abuso culminó en un embarazo, pero eso no frenó el abuso.
Lo único que detuvo el abuso fue denunciar a su agresor. El juez que llevó el caso permitió que la joven regresara a su hogar luego que la familia asegurara que el agresor ya no vivía allí; pero el hermano continuaba viviendo allí y no solo quería continuar con los abusos, sino también formalizar una relación sentimental.
Rosa María encontró refugio en el Hogar Nuestra Señora de los Remedios en Jalapa, lugar donde nacieron sus ansias por justicia. El agresor llegó a ser condenado.
El otro caso es el de Gabriela, quien a sus 14 años fue abusada por su tío. Ella recordó ante el equipo de Expedientes que su infancia fue dolosa por vivir en un hogar desintegrado, pero las vacaciones de sus 14 años la destruyeron.
Su tío abusó de ella, y la amenazó para mantenerse en silencio. Su familia también le pidió mantenerse en silencio, pues querían evitar que el agresor enfrentara a la justicia.
Semanas después de la agresión, Gaby supo que estaba embarazada, y no solo eso, supo que su familia había arreglado su traslado a un hogar religioso. Las hermanas del Hogar Nuestra Señora de los Remedios, explican que Gaby al inicio sintió rechazo por su hija, algo que pueden comprender por la situación que la marcó.
Hoy por hoy, Gaby se encuentra estudiando y busca superarse para mejorar su vida, pero también la de su hija.
El Hogar Nuestra Señora de los Remedios es un lugar que recibe a niñas y adolescentes en estado de gestación. En este lugar, ellas encuentran alimentación y abrigo, pero más importante: ayuda psicológica, apoyo y acompañamiento espiritual.