El proyecto tuvo el propósito de mitigar el impacto ocasionado por la pandemia, por medio de la generación de oportunidades locales, que contribuyan en la reducción de flujos migratorios forzosos y/o irregulares.
Este proyecto fue financiado por la Unión Europea y contó con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la coordinación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.