Según las autoridades, el rescate de un gato que deambulaba entre los módulos del interior de Cereso 3, en una prisión en México.
El gato junto con otros artículos prohibidos pertenecía a Ernesto Piñón, “El Neto”, uno de los máximos líderes de un grupo criminal que murió días después de una fuga masiva.
Lo que más llamo la atención del peculiar felino fueron los tatuajes, un real con el texto “Hecho en México” junto al símbolo que caracteriza la banda delictiva.
Tras su rescate, el gato quedó bajo el cuidado del departamento de Rescate y Adopción de Mascotas del Municipio, según sus evaluaciones se encuentra sano.
“Trae una ligera infección en oído y ojos, la cuestión de los tatuajes, como lo marca nuestro reglamento, sí es un maltrato animal, ya que toda mutilación o marcaje innecesario se considera como un maltrato evidente”, expresó el jefe de bienestar animal.
Las autoridades pretenden dar en adopción en un futuro, pero cuando concluyan las investigaciones.