El atleta británico Mo Farah, especializado en carreras de larga distancia y campeón olímpico, reveló que comenzó a correr no como un sueño sino para escapar de su pasado. El galardonado por la reina de Inglaterra explicó en un documental de la BBC que llegó ilegalmente a Inglaterra con una identidad falsa.
“La verdad, es no soy el que ustedes creen. La mayoría de la gente me conoce con el nombre de Mo Farah, pero esa no es la realidad. Fui separado de mi madre, y traído al Reino Unido ilegalmente bajo el nombre de otro niño llamado Mohamed Farah”, explicó en el documental llamado ‘The Real Mo Farah’.
El corredor de origen somalí indicó que el nombre lo recibió por parte de una mujer que lo llevó a Reino Unido hace tres décadas con la promesa de reunirlo con otros familiares que vivían en el lugar. Con tan solo nueve años, el niño viajó desde Yibuti hasta las selvas urbanas del país europeo.
Hussein Abdi Kahin, nombre verdadero del atleta, contó que su padre murió en un crimen ocurrido en Somalia cuando él tenía cuatro años. Su madre y sus dos hermanos actualmente, en la región separatista de Somalilandia (Somalia).
La madre de Hussein, quien también participó en el documental, recordó: “Me despedí de ti por la guerra. Te envié con tu tío de Djibouti para que pudieras tener algo. Perdí el contacto contigo. No teníamos teléfonos, direcciones ni nada. No había nada aquí. La tierra fue devastada”.
El atleta explicó que al llegar a Londres esperaba contactarse con sus familiares, “pero una vez llegamos a su casa, la señora me los quitó, los rompió delante de mí y los tiró a la basura. Entonces me di cuenta que estaba en problemas”, indicó el hombre de 39 años.
Aunque ya tenía nueve años al llegar a Londres, afirma no tener “grandes recuerdos” de su infancia en Hounslow, en donde quedó a cargo de una familia de la cual nunca fue parte.
“Si quería comida en mi boca, mi trabajo era cuidar de esos niños, bañarlos, cocinar para ellos, limpiar para ellos”, recordó. Y agregó que la mujer le aseguró que de no hacer lo que le pedían o de denunciarla nunca volvería a ver a su familia.
Farah recordó que la mujer lo amenazaba constantemente “y creo que para mí, lo único que podía hacer, bajo mi control, era huir de esto, salir y correr”.
Finalmente, cuando tenía 11 años, pudo ir a la escuela y allí lo reveló todo a su profesor de educación física, Alan Watkinson. A partir de eso vivió con la madre de un amigo quien “se ocupó verdaderamente” de él.
Watkinson, en el 2000 consiguió que le concediera la nacionalidad británica a Farah, señaló: “El único lenguaje que parecía comprender era el de la educación física y del deporte”.
Mo es el primer británico en ganar cuatro títulos olímpicos en atletismo, en 5.000 m/10.000 m en los juegos Olímpicos de Londres 2012 y en Río 2016. En las carreras en ruta obtuvo un triunfo en la maratón de Chicago 2018.
Se esfuerza por correr, pero dejó de escapar
“Hay muchas personas a las que les debo mi vida, en particular a mi esposa, que me apoyó mucho a lo largo de mi carrera y que me dio la fuerza para venir y hablar al respecto, diciéndome que está bien hacer esto”, afirmó el atleta.
En 2003 Farah regresó a Somalia para crear una fundación junto a su esposa, la cual construye pozos y suministra ayuda alimentaria y médica.
Tanto su esposa como sus cuatro hijos lo alentaron a contar la verdad de su identidad y la de sus seres queridos.
“Esa es la razón principal por la cual cuento ahora mi historia, porque quiero sentirme una persona normal y no alguien que esconde algo”, señaló Farah. Y agregó: “Pienso a menudo en el otro Mohamed Farah, el chico del que tomé la identidad en aquel avión, y espero que esté bien”.
Y reflexionó: “Lo más difícil es admitirme a mí mismo que alguien de mi propia familia puede haber estado involucrado en la trata de mí. Lo que realmente me salvó… fue que podía correr”.