Una serie de atentados violentos sacudieron los departamentos de Valle del Cauca en Colombia, con balaceras, carros-bomba, motos-bomba, drones explosivos y ataques armados a estaciones de policía. Los hechos, atribuidos a disidencias de las FARC, especialmente a la columna Jaime Martínez, alarmaron a la población que los compara con el narcoterrorismo de los años 80.
Las autoridades creen que estos ataques son una respuesta tras la muerte de alias Majimu, cabecilla de la estructura ilegal. Los atentados ocurrieron en varias localidades como Palmira, Buenaventura, Toribio y Morales, entre otras. La violencia se produce días después del atentado en Bogotá contra el senador Miguel Uribe, aumentando la tensión en el gobierno de Gustavo Petro.