Corría el minuto 64 del juego cuando su viejo socio Ángel Di María lo encontró desde la derecha en la mediapunta. “El 10” decantó una balanza hasta entonces muy equilibrada.
Con lágrimas, celebró emocionado en un fondo repleto de hinchas argentinos enloquecidos. Fue su octavo gol en los Mundiales, el segundo en la presente edición, tras lograr de penal el tanto de los suyos en la derrota ante Arabia Saudíta (2-1).
La familia de Messi estaba en la tribuna, sufrió y gozó con la actuación del ídolo del mundo. Que llevó de la mano a la selección a la victoria.
Una cámara captó el instante en el que Messi anotó y la familia celebró a rabiar su actuación.