El día de ayer, Joaquín “El Chapo” Guzmán, conoció que fue declarado culpable por los diez cargos que le eran imputados en un juicio que duró más de dos meses, y cuya sentencia será cadena perpetua.
Expertos, indican que el capo mexicano de 61 años, podría pasar el resto de sus días encerrado en una prisión de máxima seguridad, para frustrar cualquier posibilidad de fuga, como la que realizó en dos ocasiones en México.
El narcotraficante podría ser trasladado a la Penitenciaría Administrativa Máxima de la Seguridad de Colorado, conocida como ADX Florence o “La Alcatraz de las Rocosas o Rocallosas”, la cual está a cargo del gobierno federal.
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El recinto rigoroso tiene capacidad para 490 presos y en la actualidad resguarda a 407, señala un periódico estadounidense.
En esta cárcel de máxima seguridad los internos son sometidos a un régimen estricto. La mayoría de los reos pasan entre 22 y 24 horas del día encerrados en una celda de ocho metros cuadrados, sin ventanas.
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“Todo está diseñado para que el preso cumpla su condena totalmente aislado. Comen, se bañan y satisfacen sus necesidades fisiológicas sin salir de su celda. Hasta el personal penitenciario tiene que estar separado del recluso. Si es necesario revisarlo, la orden es hacerlo a la distancia, sin cruzar la puerta o a través de videoconferencias en caso de que se requiera asistencia psicológica”, detalla otro medio.
Los reos tienen permitida la actividad física, pero restringida, pues solo es de un máximo de 10 horas semanales en patios cerrados y cada reo se ejercita solo, sin compañía de otros.
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En el lugar cumplen condenas narcotraficantes, asesinos y terroristas, entre estos últimos Dzhokhar Tsarnaev, quien fue sentenciado a muerte por el atentado en la maratón de Bostón, en abril del 2013, y el conspirador del 11 de septiembre del 2001, Zacarias Moussaoui.
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