Algunos padres nunca saben bien como tomaran sus otros hijos la llegada de un nuevo miembro a su familia, el caso de una pareja que tenían algo de temor por la reacción de su perrita en la llegada de un nuevo bebé.
Luego de ocho años a su lado, consideraban como única hija a Lilo, la perrita de raza Corgi, nunca imaginaron la tierna reacción del animal al tener contacto con el bebé el primer día que llego a casa y darse cuenta de que esta nueva personita ya no se iría de casa.
Los tiernos momentos que la perrita vive con la pequeña personita que llegó a casa, de llevar peluches, papel higiénico, pantuflas y calcetines, ya eran parte de su rutina habitual, e independiente de que el bebé aún no podía lanzarlos.
“Lilo mira fijamente a Koa como diciendo, ¡Lo va a tirar en cualquier momento!”, afirmó Ku.
Aun sigue sin que puedan jugar, pero sabe que seguir con su trabajo de niñera, por lo que simplemente se acuesta a su lado cuidándolo.