En un ingenioso operativo en Perú, un agente de policía se disfrazó de capibara para capturar a un microcomercializador de drogas en el distrito de Lurín.
La detención se produjo cuando el policía disfrazado distrajo a los vecinos y confundió al sospechoso, haciéndose pasar como una sorpresa de San Valentín.
El sujeto tenía en su poder mil 724 envoltorios de marihuana, más de 420 gramos adicionales, pasta básica de cocaína y herramientas empleadas para el tráfico ilícito.