Tylah Durien, de 16 años, es una adolecente de Victoria, Australia, quien decidió teñirse las cejas y pestañas en casa.
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Sin embargo, la adolescente, decidió pasar por alto el consejo de realizar la prueba del parche sobre su piel.
Cuando aplicó los químicos sobre su rostro sintió un leve escozor, pero creyendo que era normal finalizó la sesión de belleza, al terminar comenta que se sentía satisfecha con los resultados.
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Sin embargo, minutos después de finalizarlo, notó cómo rápidamente su rostro comenzó a hincharse y sus ojos comenzaron a segregar pus. La piel alrededor de sus cejas se tornó roja y con ampollas, mientras que sus pestañas comenzaron a caerse.
La estudiante de estética tuvo que ser hospitalizada, y los médicos descubrieron que sufrió una reacción alérgica a uno de los productos del tinte, la parafenilendiamina (PPD), un componente común en tintes para cabello.
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La reacción es rara, pero grave, ya que sufrió quemaduras químicas, aunque médicos aseguran que corrió con suerte, ya que no quedó ciega.
Médicos advirtieron que no debe utilizar tintes otra vez.
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Expertos recomendaron realizar una prueba de sensibilidad de la piel, 48 horas antes de aplicar cualquier producto.