Este domingo, dos activistas de Last Generation (“Última Generación”) se presentaron en el Museo de Historia Natural de Berlín en Alemania y se pegaron con adhesivo al esqueleto de un dinosaurio.
Durante la protesta, las mujeres explicaron que el fin de esto es reclamar por lo que consideran una falta de acción del gobierno alemán para encarar la crisis climática.
Caris Connell, de 34 años, señaló: “A diferencia de los dinosaurios, nosotros podemos cambiar nuestra suerte. ¿Queremos quedar extintos como los dinosaurios, o queremos sobrevivir?”.
La activista Solvig Schinkoethe, de 42 años, señaló que como madre de cuatro niños teme por el futuro de ellos.
“Esta resistencia pacífica significa que hemos decidido proteger a nuestros niños de la mortífera ignorancia de nuestro gobierno”, sostuvo Schinkoethe.
El museo no se ha pronunciado sobre este acto considerado vandalismo.
Activistas continúan manifestando
Durante las últimas semanas han ocurrido una serie de manifestaciones por parte de activistas ambientales, quienes aprovechan la visibilidad de ciertas obras para exponer su oposición a las medidas que “ponen en peligro la vida humana en nuestro planeta”.
La semana pasada dos activistas arrojaron puré de papa al cuadro de la serie “Les meules” (“Los almirantes”) de Claude Monet. Días antes manifestantes ambientalistas arrojaron sopa de tomate al cuadro “Los Girasoles” de Vicent Van Gogh.