En Pensilvania (Estados Unidos), una familia se contagió de coronavirus tras una fiesta navideña en la que una de las asistentes, que viajó desde Canadá, tenía tos.
Darlene Reynolds, de 55 años, pensó que no estaba infectada porque no experimentó fiebre.
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Así que aunque afirma haber mantenido en todo momento Sana Distancia con su familia, el resultado de tener a muchas personas en un mismo espacio por más de 15 minutos derivó en que 18 personas resultaran contagiados.
La cena navideña se convirtió en un evento de súper propagación del virus. Unos días después de su festejo, algunos comenzaron a experimentar cosquilleos en la garganta.
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Por lo que decidieron hacerse la prueba y la mayoría había enfermado de coronavirus.
“Podríamos haber tenido gripe, pero fue aterrador. No podíamos más con el suspenso, nos hicimos la prueba y dimos positivo”, indicó Darlene Reynolds.
En consecuencia, el hijo y esposo de Reynolds, Stephen, terminaron en el hospital.
Stephen ha pasado los últimos nueve días complicado pero los médicos afirman que va en la dirección correcta, aunque necesitará terapia con oxígeno cuando vuelva a casa.
Fuente: sdpnoticias.com