En 2014, Gabriela Caamaño se postuló para un trabajo de “asistente”, y al obtenerlo se enteró que asistiría a Diego Armando Maradona, mientras fungía como entrenador de Al Fujairah en Dubai.
infobae.com“Fue una experiencia magnífica, la mejor de mi vida. Haber estado a su par, trabajar para él, cuidarlo y escuchar sus historias fue mágico”, definió la mujer su paso por el entorno maradoniano.
Y describió al Diez como un “ser excepcional, generoso y bondadoso, que abría las puertas de su casa a periodistas, amigos y familia”.
Durante una entrevista Caamaño recordó varias anécdotas: “A veces llegaba gente de otros países y sabían dónde vivía, tocaban la puerta y él salía, se sacaba fotos y firmaba autógrafos. Cuando vos necesitabas algo él estaba ahí al pie de cañón. Nadie le iba a decir ‘me falta esto’ y él iba a dar vuelta la cara. Siempre estaba atento a todo”.
infobae.com“Tenías que saber ganarte su confianza y respetarlo, estar a la altura de lo que él te pedía”, dijo.
Además describió al argentino como una persona “muy exigente”, pero a la vez que tenía su costado “dócil”: “Si sabías llegar a él te entregaba su corazón en las manos”.
cienradios.comAl ser cuestionada sobre la vida en Emiratos, respondió: “Creo que no la vivió en ningún lado más”, dijo y contó que Maradona era “un rey más”.
Sobre la casa, donde ella vivió durante un año, recordó: “Era magnífica, un palacio, todo brillaba. A él le gustaba que todo tuviera su orden, su lugar, y tenía sus horarios, jugaba al fútbol, jugaba al tenis de mesa y veía partidos”.
uecdn.esRespecto a la rutina de Maradona, dijo que estaba todo muy organizado y ejemplificó: “Tenía sus horarios para comer, para ir a trabajar, ir al club, entrenar, para cantar, tomar mate y hablar de su familia”.
Además, destacó que el ídolo siempre pensaba en sus primeros años de vida y en su gente: “Amaba sentarse y recordar todos los días su niñez, a sus padres y amaba a sus hijos, no había un día que no los recuerde. Y siempre hablaba bien de todos y añoraba verlos. Su sueño era tenerlos a todos sentados en una mesa”.
Fuente: infobae.com