El comer hasta saciarse es costoso en algunos restaurantes, por lo que con el paso del tiempo en algunos lugares han creado una promoción: comer lo que se desea por un precio fijo. Y aunque la oferta señala que se puede comer tanto como se quiera, tal parece que no es así, puesto que en un restaurante expulsaron a un hombre por comer demasiado.
Detalles del caso:
Se trata de João Carlos Apolonio, un hombre brasileño, quien acudió a un buffet en busca de probar diferentes platillos y aprovechar lo que anunciaban.
Según relató, el restaurante ofrecía como promoción la posibilidad de comer todo lo que desearan por un precio fijo de 19.90 reales (unos 32.75 quetzales).
Fue así como el hombre llegó e inició sus pedidos. Al comienzo todo iba bien, comenzó a pedir platillo tras platillo, pero para la sorpresa de todos, no se detenía.
En un informe indicaron que llegó a consumir 15 platos y aún tenía la intención de pedir ocho platos más, por lo que le indicaron que no era posible.
En la historia relatan que el personal del restaurante decidió intervenir porque sus solicitudes sobrepasaban los límites y lo expulsaron del establecimiento.
Lo expulsan de un restaurante por pedir demasiada comida
Tras ello, el pintor aclaró que no tenía un gran apetito, pero aun así decidió aventurarse en el buffet, argumentando que solo había desayunado ocho piezas de pan. Además, afirmó que debido a su trabajo, él requiere de mucha energía y, por tanto, su nivel de hambre es sorprendente.
¡Pidió más comida y lo amenazaron con multarlo!
El brasileño había pedido ocho platos más, cuatro de lasaña y cuatro de ñoquis. “Al principio todo iba bien, me pedí 10 platos y me los trajeron, fueron cinco lasañas, tres ñoquis y dos fideos”, explicó.
Ante su nuevo pedido, el mesero se sorprendió y le dijo que si no consumía todo lo que había pedido, tendría que pagar una multa de 9.90 reales; sin embargo, el pintor le dijo que aceptaba, pues según sus palabras, no había sentido la primera ronda de comida. Fue en ese momento que el gerente se acercó y le pidió que se retirara.
El restaurante declaró que João era un cliente habitual y que el incidente no fue más que una producción de contenido para las redes sociales del cliente. Sin embargo, esta respuesta no calmó las críticas hacia ellos.