El futbolista de Túnez, Nizar Issaoui, murió el viernes tras prenderse fuego el lunes en protesta contra el abuso policial, al ser acusado de terrorismo por una disputa con vecinos en la región Kairouan.
“Por una pelea con una persona que vende plátanos a 10 dinares voy a comisaría y me interrogan por terrorismo. Terrorismo por una denuncia sobre plátanos”, explicó el joven en un video que publicó en sus redes sociales.
El exjugador del equipo Union Sportif de Monastir en la primera división expresó su frustración por la situación política y social en el país. El hombre de 35 años incluso se unió a las manifestaciones que se realizaron en el país durante las últimas semanas.
Antes de inmolarse, Issaoui publicó un mensaje en Facebook señalando su decisión de condenarse a sí mismo “a morir por el fuego”. En su publicación el futbolista expresó su rechazo contra las autoridades y afirmó que no tenía energía para luchar contra la situación.
Tras el acto, Issaoui fue trasladado a la Unidad de Grandes Quemados de la capital.
Sin embargo, al confirmarse su muerte su cuerpo fue trasladado hasta su ciudad natal, Haffouz.
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