El pasado lunes 10 de octubre se localizó en Merlo (Argentina) el cadáver de un niño de 13 años, y en los últimos días se conoció que los responsables serían otros adolescentes, quienes cometieron el brutal crimen por “diversión”.
Los medios locales detallaron que Nicolás Alexander Cernadas sufrió varios cortes con un arma blanca en la garganta y los pies y posteriormente lo quemaron vivo.
Nicolás tenía una complicada historia familiar, debido a que en dos oportunidades quedó a cargo de otras familias porque su madre sufría de problemas psiquiátricos. Posteriormente, compañeros de la escuela comenzaron a acosarlo y algunos adolescentes del barrio se sumaron a ello llamándolo “el huerfanito”.
Horas antes del hallazgo del cadáver dos menores de edad se entregaron a las autoridades. Se trata de un adolescente de 14 años y otro de 17 años, el primero fue entregado por su madre cuando este confesó participar en un crimen.
Chats comprometen a adolescentes
Tras la detención autoridades analizaron las redes sociales de los sospechosos y encontraron conversaciones que los comprometen a ambos, las cuales posteriormente se filtraron a medios de comunicación.
“Gato. Mirá. Ya. Ya. Lo encontraron en la zona donde lo dejamos”, le señala uno de los jóvenes al otro junto a la captura de la noticia.
El otro adolescente se limitó a contestar: “Ya está c*g*mos”.
En otros chats los adolescentes señalaron tener “cargo de conciencia” pro lo realizado.
De acuerdo con la familia de Nicolás, aunque la situación de acoso era recurrente, nadie la denunció creyendo que mejoraría con el paso del tiempo.
Fuentes policiales y judiciales señalan que la hipótesis más firme apunta a que el crimen se produjo “por placer, diversión y el odio” que sentían hacia la víctima. El tío de Nicolás afirma que este fue atacado porque el adolescente se hizo amigo de la novia de uno de los atacantes.