Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, líder del sanguinario Cartel de Sinaloa, grupo señalado de secuestrar, torturar y enterrar vivos a enemigos, se quejó sobre las condiciones en las que cumple una condena a cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado (Estados Unidos).
A través de una declaración jurada, que incluye una nueva demanda civil, detalla que desde su llegada a prisión en julio de 2019 “(ha) sufrido malos tratos”, “el trato que (recibe) es cruel e injusto”. El narcotraficante asegura sentirse estresado por las constantes revisiones dentro de su celda y encontrarse en un lugar donde hay cámaras de vigilancia hasta donde conversa con sus defensores legales o que su correspondencia es minuciosamente analizada.
“Debido al trato en ADMAX ahora yo padezco dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares, estrés y depresión”, indica Joaquín Guzmán en la misiva escrita en inglés. Y agrega: “El trato que recibo es cruel e injusto, y me está causando que sufra problemas psicológicos y de salud. Yo rezo para que esta corte intervenga”.
Guzmán Loera ejemplificó los “malos tratos”, con una ocasión en la que custodios no le dieron un cortauñas solo para él y contrajo hongos. Señaló que perdió una de sus uñas por no recibir tratamiento a tiempo.
El gobierno estadounidense redujo su tiempo en el patio a tres horas semanales y tampoco se le permite mantener contacto con otros reos. Sus llamadas telefónicas están limitadas a cuatro integrantes de su familia (su madre, su hermana y sus hijas gemelas). Otra condició es permanecer esposado de pies y manos durante la visita de su abogada.
El exlíder del Cartel de Sinaloa purga su condena en una celda que mide 7 por 12 pies. Su celda se ubica en la “Unidad H”, en donde cumplen condenas los prisioneros más peligrosos, entre ellos varios terroristas.
Esta queja está a espera de una respuesta por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Un juez programó una audiencia para el 7 de julio.