Fue descubierto en Ganzhou, China. Se trata de un dinosaurio terópodo, bautizado como “Bebé Yingliang”.
El huevo del fósil tiene 17 centímetros de largo y se estima que el embrión tenga 27 centímetros de largo desde la punta de la cola hasta la cabeza.
Uno de los detalles que más ha asombrado a los científicos involucrados en su estudio es que no solo está perfectamente conservado, sino que además el embrión se encuentra en una posición específica que indica que estaba por salir del huevo.
“El esqueleto no solo está completo de la punta del hocico hasta el final de su cola; está en una posición dentro del huevo como si hubiera muerto justo ayer”, declaró a LiveScience la paleontóloga Darla Zelenitsky, de la Universidad de Calgary.
El “Bebé Yingliang” fue descubierto en el año 2000. Sin embargo, no se le estudió formalmente sino hasta el año 2015.
“La preparación del fósil fue hecha y reveló el hermoso esqueleto del embrión. Es uno de los embriones de dinosaurios mejor presevados que se hayan reportado en la ciencia”, declaró Fion Waisum Ma, de la Universidad de Birmingham, Inglaterra.