Este jueves se completó con éxito la misión espacial más compleja hasta la fecha de China: traer a la Tierra rocas de la Luna. La sonda Chang’e-5 regresó a la Tierra con muestras de rocas y “suelo” de nuestro satélite natural.
La sonda aterrizó con los materiales en Mongolia. Con este éxito, China se une al pequeño grupo de países que han conseguido recolectar rocas de la Luna para ser analizadas.
Han pasado 44 años desde que Estados Unidos y la Unión Soviética obtuvieron sus muestras.
Con estas muestras obtenidas, China planea estudiar la evolución de la Luna a lo largo de sus millones de años de existencia.
El profesor de Ciencias Planetarias de la Universidad de Washington, Bradley Jolliff, declaró: “¡Estas muestras serán todo un tesoro!”. Con ellas podría obtenerse información esencial para estudiar la cronología lunar aún desconocida, especialmente la actividad volcánica de la Luna.
El suelo donde se obtuvieron las muestras es uno de los más “jóvenes”, ya que tiene aproximadamente 1.300 millones de años. Las muestras tomadas por Estados Unidos y la Unión Soviética tenían edades fluctuantes de entre 3.000 y 4.000 millones de años.
Fuente: El País