Ante la llegada del huracán Iota y tras verificas a las víctimas del huracán anterior, las organizaciones humanitarias están apresurando al máximo sus operaciones en Centroamérica. Además, se enfrentan a la posibilidad de que se forme un tercer huracán.
“Nos hemos quedado sin superlativos para calificar esta temporada de huracanes en el Atlántico, se han roto récords en todos los sentidos. Estamos en el momento del año en el que normalmente esta temporada termina, pero esta vez no es así”, dijo una representante de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Iota tocó tierra en Nicaragua la noche del lunes, con una potencia de 5, la máxima en la escala de intensidad, y menos de dos semanas después del paso del huracán Eta, que llegó prácticamente a la misma zona con una categoría de 4.
Aunque Iota perdió fuerza rápidamente tras tocar tierra en Nicaragua, los daños ya son cuantiosos y se agregan a los que causó Eta, que afectó a cinco millones de personas en la región.
Para los expertos humanitarios, lo que está ocurriendo en Centroamérica escapa de lo que habían visto hasta ahora.
Sin embargo, la entidad lamentó hoy que su petición de fondos de 20 millones de dólares para asistir a 75.000 personas afectadas por Eta “esté teniendo una respuesta muy lenta por parte de los donantes”.
Ningún país del mundo podría haber estado suficientemente preparado para afrontar a dos huracanes con dos semanas de intervalo, a lo que se suma que esto está pasando en países muy vulnerables.
Por su parte el Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha advertido hoy que las inundaciones en Guatemala, Honduras y Guatemala afectarán a los cultivos y que esto pondrá bajo mayor presión a campesinos que dependen de éstos para su subsistencia.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos ha reportado a la OMM que existe un 40 % de posibilidades de que un nuevo huracán se forme en el Atlántico en los próximos cinco días, aunque es demasiado pronto para predecir (si ocurre) cuál sería su trayectoria.
Fuente: lafm.com.co